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:Los niños dedican la mayor parte de su tiempo a dormir. Hasta los dos años pasan unas 9 horas durmiendo 8.000 horas despiertos.
Los recién nacidos duermen casi 16 horas diarias. Esta necesidad va cambiando a medida que crece, de uno a tres años debería dormir unas 12 horas al día, entre cuatro y cinco años una media de 11 horas. A partir de los seis años las necesidades de sueño van disminuyendo una hora cada año aproximadamente.
El sueño es una parte esencial de su desarrollo. El nivel de inteligencia del niño se está determinando durante esos primeros años de vida y fundamentalmente cuando el niño está dormido, y no solo eso, cuando duerme crece.
Los colchones se diseñan para cumplir todos los requisitos que aseguran un descanso seguro, confortable e higiénico. Todas y cada una de las capas que conforman el colchón cumplen una función específica, con un único objetivo: favorecer el correcto desarrollo del bebé y del niño. Por ello, contar con un colchón adecuado para su descanso es fundamental.